Educación

Educación en pandemia: qué priorizan y qué dejan de lado en el último año del secundario

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Cuáles son los contenidos mínimos que deben conocer los futuros egresados del secundario? ¿De qué manera se unificó, en la práctica, los ciclos lectivos 2020-2021 y qué saberes se priorizan?

El Ministerio de Educación de la Provincia propone diseños curriculares para cada asignatura, pero lo cierto es que cada escuela los adapta a su realidad y a su contexto. No todos los alumnos concluyen el secundario con los mismos saberes.

La Voz realizó un relevamiento entre docentes de las tres materias troncales –Matemática, Lengua e Inglés– del último año de colegios estatales y privados para conocer algunas experiencias.

EN LENGUA

Celso Córdoba, profesor de Lengua y Literatura del Ipem 316 Eva Duarte de Perón, de barrio Colinas, en Villa Carlos Paz, explica que en la virtualidad y en la bimodalidad se privilegiaron los contenidos relacionados con la lectocomprensión y la escritura, y se marginaron los contenidos relativos a la reflexión de la lengua; es decir, la gramática.

En esta institución, gran parte del alumnado no tiene conexión a internet.

María Elena Tarbine, directora del Departamento de Lengua y Literatura Castellanas en el colegio Monserrat subraya que en último año del bachillerato los contenidos se relacionan con la lectura, la comprensión y la producción de textos académicos (expositivo-explicativos y argumentativos), con la mirada puesta en el futuro ingreso a la universidad.

“Hemos podido hacer foco exclusivamente en esos contenidos e intentado llevar el mejor ritmo de escritura que la situación sanitaria de excepción nos ha permitido. A esto se suma la lectura de clásicos, como Crimen y castigo (Fiodor Dostoievsky), La metamorfosis (Frank Kafka), y cuentos de Borges, Cortázar y de (Juan José) Saer”, explica Tarbine.

Los alumnos del colegio Pío X ven literatura argentina, también con textos vinculados a lo que se exige en los ingresos universitarios. La profesora Liliana Craver remarca que manejan distintos tipos de textos y de diferentes géneros.

“Los textos y el marco teórico en los diferentes géneros son menos que antes porque hice una selección, pero me parece importante que conozcan a (Rodolfo) Walsh, a Borges, a Silvina Ocampo, a (Héctor) Oesterheld. Trabajamos con los textos desde un proceso de escritura, pensando también en los estudios superiores. En esos procesos ponemos todo lo aprendido sobre el tema de la lengua”, indica Craver.

Cecilia Juri, profesora de Lengua y Literatura en el colegio Corazón De María, incluye la revisión y la profundización del concepto de literatura y los componentes del sistema literario, el estudio de obras de la literatura argentina de género narrativo, lírico y dramático de diversas épocas y autores, apuesta a las interrelaciones entre textos literarios nacionales y su contexto de producción, y la lectura de obras como El Matadero, de Esteban Echeverría; El hambre, de Mujica Láinez, o el Martín Fierro, de José Hernández.

En el contexto de pandemia, explica Juri, se acotó el número de lecturas; se priorizaron los cuentos de El Aleph y las obras completas del canon literario propuesto. Pero se postergaron proyectos y desafíos para dar prioridad a los contenidos.

EN MATEMÁTICAS

Silvina Roque e Isabel Sosa, profesoras de Matemáticas de sexto año del Ipem 316, dicen: “En estos dos últimos años, ya no fueron las aulas, el patio, el laboratorio y los pasillos ‘los lugares’ para el aprendizaje, sino que se trasladó a una pantalla que, en muchos casos, nunca encendió por falta de conectividad. Estas circunstancias, como tantas otras que nos atravesaron, hicieron que priorizáramos contenidos”, explican.

Las docentes trabajan la Matemática desde lo pragmático y lo concreto, con tres ejes: el uso de los números, operaciones y propiedades, análisis de variaciones y los usos de ecuaciones y otras expresiones simbólicas, y análisis de figuras y de cuerpos geométricos.

El director del departamento de Matemática y Física del Monserrat, Rubén Leonetto, indica que no se vieron resentidos los contenidos en esta institución porque los cursos más altos trabajaron bien durante la virtualidad.

“Lo que queda en un claroscuro es la acreditación de los contenidos desarrollados porque quizá lo más difícil de la virtualidad es la fidelidad de la certificación de los exámenes. Los métodos de evaluación no son los tradicionales y se hace bastante difícil tener certezas ni qué tan asimilados tienen los contenidos”, opina Leonetto.

Los temas prioritarios para séptimo año en el Monserrat son distancias entre puntos y ecuaciones de la recta (no se dará punto equidistante a otros tres), circunferencia, secciones cónicas (sólo se trabaja la parábola y se minimizan las deducciones de las fórmulas), funciones y derivadas de una función (queda como optativo, según los tiempos, el cálculo de máximos y de mínimos en las aplicaciones de la derivada).

Ricardo Sánchez, profesor de Matemáticas del Pío X, explica que la selección de contenidos se basa en tres variables: los programas sugeridos por el Ministerio, los de la especialidad del colegio (Economía y Gestión), que sirve especialmente a quienes estudiarán Ciencias Económicas, y los resultados de las evaluaciones.

Así, entre los contenidos prioritarios, aparecen las relaciones y las relaciones inversas entre conjuntos numéricos y funciones. “Estoy tratando de priorizar el uso de los gráficos que surgen de estos contenidos”, plantea Sánchez, quien asegura que el trabajo presencial facilita el aprendizaje y que la emergencia obliga a ser flexibles.

“La planificación ni siquiera tiene validez mensual, sino que es casi semanal”, apunta. Y enfatiza: “Los contenidos que preví el año pasado, este año los dejo como una incógnita, que dependerá del desarrollo a lo largo del año.. Los temas que no vamos a poder abordar son conjuntos, operaciones con conjuntos y lógica algebraica o matemática. Los vemos por arriba”.

Sergio López, profesor de Matemáticas de sexto año del Corazón de María, cuenta que trabaja en varios ejes: las operaciones, las funciones y el álgebra, geometría y trigonometría, el análisis matemático, la presentación y el desarrollo de temas como el límite, derivado y noción de integración de funciones.

Los temas, apunta López, se desarrollaron a través de las plataformas educativas virtuales. Destaca el desarrollo mediante herramientas tecnológicas y la participación de alumnos en foros. “Este sistema se fortaleció con la presencialidad de las burbujas por curso y espero que esto continúe. Si bien lo importante son los contenidos prioritarios, también lo es la sociabilización”, remarca.

EN INGLÉS

En el primer cuatrimestre de Inglés del Ipem 316, se priorizó el análisis literario de cuentos de nivel intermedio y bajo, la comprensión de textos y el uso de vocabulario técnico en contexto. La integración escrita y oral de tiempos presentes y pasados simples, continuos y perfectos, adjetivos comparativos y superlativos, verbos modales, condicionales, voz pasiva, y estilo directo e indirecto.

Lucas Lioy, jefe de área de Inglés, explica que para el segundo cuatrimestre prevén el análisis de discurso de graduación de Steve Jobs, investigación y diseño de pósteres digitales, diseño de CV y simulación de entrevista de trabajo.

Los aprendizajes que no se trabajarán este año serán la búsqueda de informes en buscadores académicos y repositorios universitarios digitales, el diseño de metodología de investigación, marco teórico y mapa conceptual, encuestas en Google forms, análisis de resultados, análisis de charlas Ted, escritura de e-mails, cartas informales y ensayos, comprensión lectora y auditiva de textos vinculados con turismo, y uso de vocabulario técnico en contexto.

Eugenia Cornet, directora del Departamento de Lenguas Extranjeras del Monserrat, explica que en esta institución se integran los contenidos de manera permanente, desde primer a séptimo año. “En el último año, tenemos sólo dos horas cátedra, razón por la cual no hemos recortado el programa. Lo hemos desarrollado tranquilamente el año pasado y calculamos que así sucederá este año”, indica.

Los estudiantes de séptimo deben manejar estructuras complejas, como la voz pasiva y los tiempos verbales compuestos, además del vocabulario. “Tratamos de prepararlos para el mundo laboral en la lengua extranjera por si quieren ir al exterior a tener una experiencia de trabajo. Hacen entrevistas, currículums y presentaciones personales en inglés”, apunta.

Valeria Ferreiro, profesora de inglés del Corazón de María, indica que los alumnos egresan con un nivel B1 de inglés, según el Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas (MCER), un estándar internacional de competencia lingüística. “Priorizamos la habilidad del habla y apuntamos a que tengan fluidez para comunicarse”, remarca. Los alumnos tienen la opción de rendir un examen para una certificación oficial internacional.

“Al finalizar sexto año, deberían tener un buen manejo de los tiempos verbales, verbos modales, voz pasiva y activa, discurso directo e indirecto, y proposiciones subordinadas”, subraya Ferreiro.

“Este año no se han priorizado contenidos, pero sí lo hicimos el año pasado. No dimos comparativos y superlativos (lo ven en segundo año) y quantifiers (se da en tercer año). Tratamos de que los contenidos que no se priorizan sean los trabajados años anteriores. Si hay que recortar, no profundizamos en cuestiones más técnicas”, plantea.

Por su parte, una docente de Inglés de un Ipem de la ciudad de Córdoba, que pidió resguardar su nombre, explica que en sexto año sólo ven temas gramaticales y es “casi imposible” realizar lecturas y audios.

“Con suerte, vemos algunas lecturas. Damos énfasis a estrategias de lectura comprensiva. Pero les cuesta. Hay desfasaje en los años anteriores y varios temas se van viendo por encima. No hay mucho tiempo para la oralidad”, subraya.

LA VOZ

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