Gabinete de Llaryora: con 14 ministerios, se reinicia el ciclo del peronismo
Con un esquema de 14 ministerios, Martín Llaryora iniciará este domingo el séptimo período consecutivo del peronismo al frente de la provincia. Entre las “apuestas personales” que hará Llaryora están tres ministerios importantes: Seguridad, Salud y Desarrollo Humano. Ninguno estará a cargo de un peronista ortodoxo, todo lo contrario.
El primero quedará en manos de Juan Pablo Quinteros, quien tras ser un ácido opositor se incorporó a la estructura de Llaryora, un movimiento que tuvo como punto de inicio el proyecto de seguridad que el por entonces concejal presentó en su campaña a intendente.
Con Quinteros, Seguridad recupera el rango ministerial del que fuera degradado tras la crisis por los asesinatos de Blas Correas y Joaquín Paredes. El último ministro de Seguridad fue Alfonso Mosquera, quien semanas atrás abandonó su banca en la Legislatura rozado por una denuncia.
Salud, que tendrá como eje de gestión la integración de los sistemas público y privado, será conducida por Ricardo Pieckenstainer, director médico del Hospital Privado, el instituto que gestiona el Hospital Ferreyra, donde se atienden los afiliados a la obra social Apross.
Sin antecedentes políticos, Pieckenstainer tomará el control de una cartera que puso en jaque al Gobierno Schiaretti por las muertes de bebés en el Hospital Neonatal y, luego, por las protestas salariales.
Liliana Montero será ministra de Desarrollo Humano, y abarcará áreas conflictivas que actualmente están en distintos ministerios, como por ejemplo la Senaf, el organismo que tiene bajo su ala el Complejo Esperanza (para los menores en conflicto con la ley penal), pero también la protección de niñas, niños y adolescentes sin cuidados parentales.
Exopositora como Quinteros, su empoderamiento en el próximo Gobierno genera anticuerpos en sectores del peronismo.
Menos rechazo genera el dirigente del PRO -y exintendente de Marcos Juárez, “kilómetro cero de Cambiemos”- Pedro Dellarossa, quien asumirá el Ministerio de Industria, Comercio, Ciencia y Tecnología.
El ministro de Economía y Desarrollo será Guillermo Acosta, el técnico en el que más confía Llaryora. Tras la elección, Acosta viajó al exterior con Llaryora en el marco de giras para reperfilar la deuda externa que tiene la Provincia y conseguir nuevos fondos para no discontinuar la obra pública.
Otro técnico llaryorista sin aspiraciones política es Horacio Ferreyra, quien reemplazará a Walter Grahovac en el Ministerio de Educación.
LA INTERNA PERONISTA
El “viguismo” se refugiará en el Ministerio de Desarrollo Social que comandará Laura Jure secundada por Paulo Cassinerio, una garantía de que el despliegue territorial de Alejandra Vigo no será amenazado por ahora.
A Martín Gill, uno de los pocos peronistas que jugó de frente con Sergio Massa, Llaryora lo nombrará ministro de Cooperativas, Mutual y Economía Social, una cartera codiciada ya que realizará obras vitales para el interior, como lo son las de tendido de gas domiciliario e internet.
Fabián López ampliará su radio de acción: será ministro de Infraestructura y Servicios Públicos, y tendrá como secretario de Obras Públicas a Gustavo Brandán. En esta cartera estará la Secretaría de Transporte que comandará Marcelo Rodio, otro llaryorista. Resta por definir qué pasará en el directorio de Epec: Luis Giovine, su actual presidente, se iría al Gobierno nacional.
El actual ministro de Gobierno y Seguridad, Julián López, volverá a la cartera de Justicia, aunque sumará bajo su órbita Trabajo, área que será conducida por Omar Sereno, que deja de ser ministro para convertirse en secretario.
Como se sabe, retiene su cargo el otro cacique del sur cordobés: Sergio Busso (del mismo departamento que Julián López) seguirá al frente de Agricultura.
El actual vicegobernador, y quizá el funcionario más experimentado del nuevo gabinete, Manuel Calvo, retornará al Ministerio de Gobierno.
Victoria Flores, titular del Coys hasta hace algunas horas, ascenderá a ministra de Desarrollo Sustentable, con ambiente y políticas de economía circular como norte de gestión.
Finalmente, el sanfrancisqueño Daniel Pastore será el ministro de Comunicaciones, un gesto que también pone en valor un área que Llaryora considera estratégica para su gestión y también para su proyección nacional.
DENTRO DEL PRÓXIMO GABINETE
Juan Pablo Quinteros. Fue un ácido opositor del actual gobernador. En la elección municipal, presentó un proyecto de seguridad vecinal. Se sienta en una silla caliente. Debe poner en marcha una de las promesas de campaña de Llaryora.
Ricardo Pieckenstainer. El director médico del hospital Privado se hará cargo de la gestión del sistema público. Planea integrar ambos subsistemas de atención médica. No tiene experiencia política.
Guillermo Acosta. Principal técnico de Llaryora. El equipo de Acosta, forjado en el Instituto de Investigaciones de la Bolsa de Comercio, también tendrá a su cargo el área de finanzas de la Municipalidad de Córdoba.
Laura Jure. Funcionaria de confianza de Juan Schiaretti y Alejandra Vigo, será ministra de Desarrollo Social. La secundará como secretario Paulo Cassinerio, otro soldado “viguista”. Es uno de los grandes ministerios.
Martín Gill. Jugó de frente con Sergio Massa. Antes fue funcionario de Alberto Fernández y construyó poder territorial a base de obra pública, será ministro de Cooperativas, Mutuales y Economía Social.
SECRETARÍA GENERAL
A esta estructura se suma la Secretaría General, un área estratégica en la gestión, donde se sentará David Consalvi, de extrema confianza del gobernador entrante.
LA VOZ
