Según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (INDEC, 2018), el 12,70% de los adultos en Argentina presenta diabetes o glucemia elevada.
La diabetes constituye una enfermedad metabólica compleja caracterizada por una alteración en la utilización de la glucosa, lo que conlleva niveles persistentemente elevados de azúcar en sangre.
Su manejo eficaz exige un abordaje integral que combine tratamiento farmacológico, control médico periódico, actividad física regular y una alimentación planificada.
Dentro de estos pilares, la alimentación se presenta como un componente fundamental y modificable, ya que influye directamente sobre el control glucémico, el peso, la grasa corporal y la prevención de complicaciones cardiovasculares y renales.