“Fue una muerte a traición”, afirmó Alberione sobre el homicidio de Casermeiro
El médico ginecólogo Daniel Casermeiro (61), hallado asesinado el jueves en una zona rural, a la vera del viejo camino a Luxardo, en medio de pastizales, tenía un impacto de arma de fuego en la nuca y fue ultimado probablemente el mismo día que desapareció, el 19 de este mes.
Por el crimen hay un sospechoso detenido, Gerardo Luis Gette (57), imputado por homicidio calificado. «Fue una muerte a traición, la bala que entró por la nuca y estamos ante un hecho de una gravedad muy importante», dijo este viernes el fiscal de Delitos Complejos, Bernardo Alberione, al brindar una conferencia de prensa la que comenzó agradeciendo a su equipo de trabajo y a todas las fuerzas de seguridad que se comprometieron con la búsqueda durante siete días sin descanso. A la policía de Córdoba, bomberos voluntarios, la Dirección de Investigaciones, la Policía Judicial de nuestra ciudad y personal del Ministerio de Seguridad de la Nación; también a la familia Casermeiro.
En tanto, el fiscal aseguró que la investigación recién empieza. «Una investigación se sabe cuándo comienza pero nunca cuando termina. No se sabe dónde puede derivar. Hemos encontrado un cuerpo. Estamos iniciando la investigación, pero esto recién empieza», dijo.
«No descarto nada», indicó Alberione, quien no arriesgó mayores detalles sobre la causa «para no entorpecerla», más allá de los datos adelantados el jueves por LA VOZ DE SAN JUSTO. No obstante, el crimen es la hipótesis sobre la que trabaja y el móvil económico, la pista que guía la investigación.
«No voy a dar los detalles, primero debo tomar indagatoria (a Gette), darle el principio de inocencia y que tenga su defensa. Hasta que lo escuchemos no voy a dar detalles del hecho», argumentó.
El detenido, «conocido» del médico
También, el fiscal afirmó que el detenido es «conocido de la víctima» y está señalado «como una de las últimas personas que tuvo contacto» con el médico antes de desaparecer y morir.
Si bien el fiscal no se explayó al respecto, LA VOZ DE SAN JUSTO pudo conocer que Gette sería del círculo de confianza del ginecólogo, con el que habría compartido algunos negocios.
¿Otra persona involucrada?: un disparo a traición
En torno al caso, no se descartan más imputaciones y detenciones. Continuarán los allanamientos y el próximo lunes, Gette será indagado por el fiscal.
Los investigadores sostienen que Casermeiro y Gette coincidieron en el lugar de los hechos. Y que fue asesinado en ese mismo lugar donde se haló el cadáver. Sin embargo, un tercer involucrado también podría haber estado. Podría tratarse de quien llevó al ginecólogo hasta algún lugar donde finalmente fue ejecutado de un disparo en la nuca.
Tras la conferencia, en un breve contacto con la prensa, Alberione ratificó que el homicida lo mató «a traición», que hizo caminar unos pasos a Casermeiro, luego sacó el arma, lo hizo arrodilla y le disparó a sangre fría.
Un testimonio importante fue el de Alexis Costero, el kiosquero de Plaza Luxardo que el jueves de la desaparición, a las 14.30 aproximadamente, atendió a Casermeiro que descendió de su automóvil en el kiosco y compró tres bebidas sin alcohol. Alexis, dijo que «no se lo notaba apurado, no parecía que alguien lo siguiera», pero por los vidrios polarizados del BMW 220i en el que el médico se conducía, no pudo identificar si lo acompañaban otras personas.
Como al auto, al cuerpo también lo halló un peón rural
El BMW blanco fu encontrado en la mañana del domingo 22 al costado de un maizal, a pocos kilómetros de la ruta provincial 1 y Av. de los Constituyentes. El coche tenía las puertas cerradas con llave, el tanque de nafta lleno y en el baúl había una suma cercana a 8 millones de pesos en efectivo, entre ellos dólares. No había rastros de sangre. Fue divisado por el peón del campo quien dio aviso a la policía.
En el caso del hallazgo del cuerpo, también fue una persona ajena a la búsqueda quien lo encontró, un puestero rural que advirtió su presencia y alertó a los investigadores.
¿Un señuelo? Los investigadores y la familia creen que al auto «lo plantaron» allí. Se investiga si fue Gette quien lo dejó en el maizal u otra persona.
El detenido no habría sospechado de que en el baúl había semejante suma de dinero y tras asesinar a Casermeiro, intentó ocultar toda evidencia abandonando el BMW y ocultado el cuerpo en un campo de pastizales altos.
El robo, totalmente descartado
La abultada suma de dinero hallada en el auto ya echaba por tierra la hipótesis de un robo, la que ahora con la detención e imputación de Gette queda totalmente fuera del plano de las sospechas la Fiscalía.
El lugar del hallazgo, en el mapa de búsqueda
Por otra parte, el fiscal confirmó que el lugar del hallazgo del cadáver estaba dentro de la zona planeada para rastrillar durante la semana que duró la búsqueda en una amplia zona rural comprendida entre San Francisco, Luxardo y Freyre. El rastrillaje se centró siguiendo la línea de la ruta provincial 1, aunque también se sobrevoló en inmediaciones de Colonia Marina y Quebracho Herrado.
«El lugar del hallazgo está dentro de la zona que se estaba por mirar, se hizo un diagrama. Fueron 195 km2 recorridos y 70 personas. Lo importante que se halló el cuerpo», dijo Alberione.
Cómo llegan a Gette: la conexión con «la balanza»
El lugar donde se halló el cuerpo de Casermeiro se encuentra en cercanías de una propiedad que sería del médico y que el pasado el domingo, el fiscal Alberione ordenó requisar.
Es el sitio conocido como «la balanza», a la vera de la ruta provincial 1, donde pesan camiones. Allí se revisó documentación que avale la hipótesis financiera como móvil del crimen.
En tanto, habría alguna conexión entre este establecimiento y el allanamiento de la casa en barrio Chalet el mismo día del hallazgo del auto. Precisamente, el detenido, Gette, es padre del joven que viviría en la casa requisada en Misiones 289, esquina Dante Alighieri.
Este hombre sería del círculo de confianza del ginecólogo, con el que habría compartido algunos negocios. Tiempo atrás, esta «balanza» perteneció a un familiar de Gette, aunque éste la habría administrado, y al mantener una deuda con Casermeiro la que no podía saldar, el establecimiento pasó a ser suyo como parte del «pago» adeudado, aunque esto último no fue confirmado por el fiscal, tampoco desmentido.
Escuchas, cámaras, una camioneta y billetes, las pruebas
Las imágenes arrojadas por las cámaras de seguridad revisadas y el entrecruzamiento de llamadas telefónicas ubicaron rápidamente a Gette en la causa.
De hecho, apenas horas posteriores a la denuncia por averiguación de antecedentes que radicó la familia el jueves 19, según pudo conocer LA VOZ DE SAN JUSTO, el viernes, a las 8, personal de la División Investigaciones de la departamental San Justo, se constituyó en un taller mecánico donde Gette había llevado su camioneta Renault Kangoo gris a reparar el día anterior. «Consultaron desde cuándo estaba la camioneta en ese lugar», contó nuestra fuente.
Ese mismo jueves por la noche, Gette y su hijo Leonel, regresaron al taller y retiraron documentación de la camioneta. Gerardo Gette volvió el sábado a retirar el vehículo y por el arreglo pagó $35.000 en efectivo y se retiró.
Tras él, llegó otra vez personal de Investigaciones y volvió a preguntar por la camioneta, a lo que el dueño del taller les respondió que ya había sido retirada por Gette. Entonces, le solicitaron ver los billetes con los que pagó, tomaron imágenes del dinero y se retiraron misteriosamente.
Por otro lado, un fuerte trabajo informático de los investigadores a través del cruce de llamadas permitió corroborar que ese mismo jueves Gette y Casermeiro se encontraron, prueba que luego ratificaron las imágenes de las cámaras de la vía pública que además, en un momento los mostraron discutiendo.
«La cantidad de pruebas es concluyente -informó la misma fuente-. Además, cuando se le consultó a Gette por el paradero del doctor y su vínculo con él, éste presentó contradicciones que hicieron caer su coartada», añadió.
Agradecimientos
Alberione destacó la predisposición de la familia Casermeiro, sobre todo, de su mujer Marilí y sus dos hijos, Federico y Diego, «que trabajaron a la par de los investigadores» en la búsqueda.
Asimismo, destacó el operativo de búsqueda involucró a más de 70 personas: efectivos policiales, bomberos, drones, helicóptero, perros de la División Canes de la Policía de la Provincia de Córdoba y de la División K9 de Bomberos; efectivos de la Dirección Unidades de Alto Riesgo (Duar) de Policía Judicial de Córdoba, el Grupo Especial de Rescate y Salvamento (Gers) y una avioneta del Aeroclub.