De todas las vacunas que aplicó Córdoba, sólo el 18,7% son segundas dosis
eN medio de la polémica nacional por la demora en la aplicación de segundas dosis, en Córdoba el avance de la campaña de vacunación muestra también un bajo porcentaje de colocación de las segundas unidades a personas ya vacunadas con la primera.
Hasta el martes último, en la provincia de Córdoba se habían aplicado en total 1.570.233 dosis de diferentes vacunas, de las cuales 1.276.146 corresponden a primeras dosis y 294.087 a segundas.
Ello implica que de todas las vacunas administradas en la provincia, el 81,3 por ciento son primeras dosis y apenas 18,7 por ciento, segundas.
Aunque es esperable que siempre haya más vacunas aplicadas de primeras dosis que de segundas, la pregunta es si la colocación de la segunda unidad viene más demorada de lo esperable.
En junio, la aplicación de segundas dosis viene incluso bastante por debajo de la media desde que se lanzó la campaña de vacunación. De hecho, en los primeros 22 días del mes se administraron 537.107 vacunas, de las cuales 485.434 fueron primeras dosis (90,4 por ciento) y apenas 51.673 segundas (9,6 por ciento).
En Córdoba –al igual que en todo el país– se han aplicado hasta ahora cuatro fórmulas: AstraZeneca, Sinopharm, Covishield y Sputnik V.
En el caso de las tres primeras, ambas dosis son idénticas, ya que la segunda actúa como refuerzo de la primera. Por ello, el hecho de seguir colocando primeras dosis (para ampliar la cobertura), en vez de completar esquemas con segundas, es una decisión de carácter sanitario.
Vale aclarar que las fórmulas de las vacunas AstraZeneca y Covishield tiene la misma plataforma tecnológica, y pueden combinarse primeras dosis de una con la segunda de otra sin inconveniente.
Pero en el caso de la Sputnik V, la segunda dosis es diferente de la primera (de hecho, son dos vacunas distintas), por lo que no es posible completar el esquema de vacunación de una persona sin tener disponible el segundo componente de la vacuna.
Desde hace semanas, Argentina viene gestionando con el Instituto Gamaleya (fabricante de la vacuna rusa) el envío de segundas dosis, pero hasta el momento esas partidas llegan a cuentagotas.
No obstante ello, ahora el Ministerio de Salud de la Nación –al igual que sus pares de otros países– están evaluando la factibilidad de combinar dosis de diferentes vacunas, no sólo para incrementar la efectividad de los esquemas inmunológicos, sino también para no complicar la logística de compra, distribución y aplicación de las primeras y segundas dosis.
LA VOZ