Salud

Covid-19: por qué es clave darse ya la vacuna de refuerzo para enfrentar una nueva ola

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El coronavirus amenaza con provocar otra ola en Argentina por la irrupción de nuevas versiones de la variante Ómicron. Ante este potencial escenario, los expertos indican la importancia de la vacunación, para mantener los anticuerpos “frescos”.

La semana pasada se registraron 124 casos diarios de promedio en el pais, al menos entre los detectados por testeos. Es un 14,8% más respecto de la semana anterior. Y un 53% más en relación a hace cuatro semanas.

De todas formas, todos los expertos coinciden en que hay un subregistro de casos debido al cambio en los protocolos de testeos y al mayor desinterés de la población por ir a hisoparse.

Varios indicadores más muestran que Córdoba podría estar en el inicio de un rebrote, situación que ya ocurre en Ciudad de Buenos Aires. El invierno es una de las explicaciones de este leve aumento.

Pero otra variable clave es que muchas personas ya tienen más de cuatro meses desde que se aplicaron la última dosis de la vacuna contra el Covid-19 y/o que pasaron igual cantidad de días desde que se contagiaron durante la ola de Ómicron de enero.

RITMO DE VACUNACIÓN

En las últimas semanas, el ritmo de vacunación en Córdoba aumentó. En los primeros días de abril se aplicaban entre 2.000 y 2.300 dosis diarias de promedio. Desde el 27 de abril, cuando el Gobierno de Córdoba anunció la aplicación de la cuarta dosis para todos los mayores de 12 años, esa cifra trepó a 7.000.

Las estadísticas de los gobiernos de Córdoba y nacional ya no son tan precisas. Por ejemplo, no distinguen entre 1º y 2º refuerzos. De todas formas, solo el 44% de los mayores de 12 años aún no se habría aplicado el refuerzo, esto es alrededor de un 1,3 millones de personas. Y habría otros cerca de 600 mil que se colocaron la tercera dosis hace más de cuatro meses.

BAJAR LA CIRCULACIÓN DEL CORONAVIRUS

Humberto Debat, virólogo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria e integrante del consorcio Pais que monitorea las variantes de Sars-Cov-2, explica que las vacunas actuales no son esterilizantes.

“Esto significa que perdieron su capacidad de protección frente a la infección. Con la evolución viral de Ómicron, ese cambio fue dramático”, asegura. Y advierte que si bien las vacunas no son “la” barrera para interrumpir la circulación viral que comenzaría a aumentar en estas semanas, las dosis de refuerzo vuelven a levantar la protección frente a infección.

“Hay que aplicarlas para mejorar esa eficacia frente a infección. Es bajo lo que ofrecen, pero no es despreciable. Es una de las estrategias de prevención”, argumenta.

En tanto, Gabriel Morón, experto en inmunología del Conicet y de la Universidad Nacional de Córdoba, explica que la variante Ómicron tiene muchas mutaciones respecto de la versión original del virus a partir de la cual se desarrollaron las vacunas.

“Los anticuerpos vieron reducida su afinidad, por lo que necesitan estar a niveles más altos para intentar neutralizar un poco mejor al virus y por eso nuevas dosis permiten elevar esos niveles que naturalmente van bajando con el tiempo”, detalla.

PROTECCIÓN FRENTE A CASOS GRAVES

Además, ambos expertos coinciden en que tener aplicadas las dosis de refuerzo reducen la posibilidad de que la persona termine hospitalizada. “La protección que dan las vacunas frente a casos severos y muertes sigue siendo alta frente a Ómicron”, explica Debat.

Morón agrega que las fórmulas actuales siguen siendo efectivas frente a cuadros graves debido a que la respuesta inmunológica mediada por linfocitos T funciona frente a las nuevas variantes.

Hace unos días, Diego Cardozo, ministro de Salud de Córdoba, indicó que uno de los grupos más reacios a vacunarse eran las personas que se habían infectado con el coronavirus, en especial, durante la tercera ola que provocó la variante Ómicron.

Los expertos recuerdan que los casos de reinfección son posibles y serán cada vez más frecuentes en la medida en que el virus siga ganando capacidad para evadir la respuesta inmunológica a medida que evoluciona.

“La infección previa es una barrera temporal frente a un posible reinfección. Se va quebrando a los 3 a 4 meses. Si pensamos que ya pasó ese tiempo desde la ola de Ómicron que infectó a tantos argentinos, suena lógico que haya un escenario favorable para el ascenso de casos. Por eso es importante aplicar refuerzos”, indicó Debat.

NUEVAS MUTACIONES EN EL MUNDO

Debat cree que es momento de actualizar las vacunas de cara a esta nueva etapa de la pandemia impulsada por diferentes sublinajes de Ómicron.

“Sudáfrica está sufriendo una quinta ola impulsada por las subvariantes BA.4 y BA.5 de Ómicron. En EE.UU el sublinaje BA.2.12.1 ya es el 38% de las infecciones de ese país. Parecen ser más transmisible y asociados a un alto escape inmune.”, detalla.

Y explica que los datos preliminares indican que estas versiones del Sars-Cov-2 escaparían a las defensas generadas tras una infección previa con otras subvariantes de Ómicron.

“Lo ideal sería que salieran vacunas contra Ómicron, en cualquiera de sus subvariantes, porque inducirían anticuerpos que no tenemos con las vacunas actuales. Sin embargo, la falencia de anticuerpos de buena afinidad frente a estas subvariantes se suple parcialmente con mayores niveles de anticuerpos que se pueden lograr con una dosis refuerzo”, comenta Morón.

LA VOZ

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