Ataque en San Francisco: investigan el misterioso robo de un bolso al intendente
La escena dura pocos segundos. Tras discutir y pegarle un balazo a quemarropa con una pistola calibre 22 al intendente Damián Javier Bernarte (52), el agresor no escapa de inmediato. Se toma su tiempo, abre la puerta trasera del vehículo importado blanco del mandatario y se apodera de un bulto ubicado sobre el asiento posterior. Era un bolso. Ya con ese elemento, el atacante escapa corriendo sobre la calle empedrada.
Bernarte se toma el pecho y comienza a caminar, como puede, en busca de ayuda.
Fuentes calificadas con acceso a la causa confirman que esa llamativa circunstancia quedó plasmada en una filmación de una cámara privada ubicada en proximidades de donde el intendente fue atacado, el pasado domingo a las 2.30, en la zona céntrica de la ciudad de San Francisco.
Mientras el jefe político permanece internado en la terapia intensiva del Hospital Iturraspe de esa ciudad, el supuesto agresor, el odontólogo Carlos Dante Lucato (52), fue trasladado a la cárcel de Bouwer.
El fiscal de Delitos Complejos Bernardo Alberione lo tiene imputado por tentativa de homicidio calificado por el uso de arma. Un arma que, por cierto, no aparece todavía.
Lucato ya le dijo a los policías que lo detuvieron, como así también a su abogado, Gabriel Cornaglia, que es “inocente”. El hombre insiste que no le disparó a nadie.
Resta ver qué declarará ante el fiscal cuando sea indagado.
El fiscal entiende y sostiene que el ataque contra el intendente fue una emboscada tramada y ejecutada como parte de una venganza personal y por motivos privados entre ambos hombres. A pocas horas del hecho, ya descartó un móvil político o un hecho de inseguridad.
Si bien en la fiscalía existe confianza sobre el avance de la pesquisa, hay un elemento que genera inquietud: ¿qué pasa con el bolso robado? ¿Qué había en ese bolso o maleta? ¿El atacante aprovechó la situación o sabía de antemano que eso estaba allí y lo retiró? ¿Por qué no fue encontrado todavía?
Varios son los interrogantes, pero las respuestas aún no aparecen.
Tanto es así que no se descarta que pueda abrirse una causa en paralelo a la causa central.
La Voz consultó al círculo cercano del intendente respecto de ese bolso y si Bernarte acostumbraba a andar con elementos de valor encima.
Fuentes cercanas al mandatario dijeron desconocer esos puntos.
ESPERA, EMBOSCADA Y DISPARO
El pasado sábado a la noche, el intendente Bernarte llegó solo a la fiesta de los bancarios, en un coqueto salón de la zona céntrica de San Francisco. Sin custodia, entró, cenó y hasta estuvo en el brindis.
Siempre iba a ese encuentro: su padre era bancario.
Ya a las 2.30 del domingo, así como llegó se marchó solo. Caminó unas cuadras hasta bulevar 25 de Mayo y se dispuso a abrir su auto.
En ese momento fue sorprendido por un hombre solo (o eso se cree).
En la fiscalía están convencidos de que el atacante fue el odontólogo Lucato. Señalan que este estuvo esperando dos horas al intendente en ese lugar. Existirían filmaciones de cámaras privadas que muestran esa espera. No se ven rostros. Tampoco hay testigos, por ahora.
Tras recibir el disparo, el intendente caminó como pudo hasta el salón de fiestas y alcanzó a contar lo que le pasó y, según fuentes del caso, dio el nombre de Lucato.
Algunos rápidamente lo asociaron con el odontólogo; otros, con su hijo.
De allí que en las primeras horas del domingo fueran detenidos ambos, por separado.
Primero fue atrapado el muchacho cuando volvía a su casa de calle Córdoba al 500. Luego sería liberado. Tiene coartada firme.
Su padre sería detenido a las 7.30, cuando volvió a su propia vivienda, en bulevar Sáenz Peña esquina 1º de Mayo. Dijo que regresaba de una conocida disco, donde fue visto por varias personas.
Estacionó su Hyundai color champán y unos policías de civil lo cercaron en segundos. No se resistió.
“Hemos conseguido una grabación (filmación) donde queda claro que el autor del hecho es la persona detenida”, dijo el fiscal a la prensa.
En la fiscalía creen que, tras el ataque al intendente, Carlos Lucato habría ido “a hacerse ver” al boliche, con toda la intención de “armar una coartada”.
Lucato está casado con una mujer que trabaja con el intendente desde hace años. El fin de semana, ella se encontraba en las sierras.
Para la fiscalía ese dato no es menor: el hombre estaba solo.
“Está tranquilo. Lo vi, hablé con él y está tranquilo. Lo mandaron a la cárcel. Él me dijo que no fue”, insistió el abogado Cornaglia.
¿QUÉ MOTIVÓ TODO?
Fuentes de la causa señalaron un dato que no es menor: la supuesta rivalidad o el enfrentamiento del odontólogo con el intendente dataría de una década.
“Hace 10 años que saltó ese tema que generó el problema”, confió un pesquisa.
La pregunta es: si ese “problema” sucedió hace tiempo, ¿por qué todo se fue de cauce el fin de semana, siempre que el agresor haya sido el odontólogo?
Mientras se buscan testigos y más filmaciones, se secuestraron celulares y computadoras para ser sometidos a peritajes técnicos a fin de determinar si surge algo.
Entre los objetivos está investigar el WhatsApp y la función WhatsApp Web, a fin de determinar si surge algún elemento o dato clave.
De un momento a otro, los resultados de dermotest (un viejo estudio para determinar si una persona disparó un arma) realizados a Lucato padre e hijo llegarán a Tribunales de San Francisco. Fueron pedidos como prueba de rigor, pero relativizan su efectividad: “A veces el positivo da por error y a veces el negativo también da por error”, aseguran fuentes de la causa.
¿Y LA PISTOLA?
La calibre 22 no aparece por ningún lado, pese a la intensa búsqueda de los bomberos.
El proyectil quedó en el cuerpo del intendente. Ya fue operado y los profesionales están haciendo todo para salvarlo. El pequeño plomo, por ahora, no será extraído.
Bernarte continúa internado en la terapia intensiva. Está sedado y conectado a un respirador. El cuerpo médico habló de “mejoría”.
Escuchar su relato, de su propia boca, es imposible por ahora.
LA VOZ
