La Sociedad Rural volvió a cargar contra las provincias por la presión impositiva
a Sociedad Rural Argentina (SRA) emitió un comunicado en el que volvió a cuestionar a los gobiernos provinciales por los aumentos de impuestos, luego del informe que presentó hace dos semanas en el que denunció un aumento del 78 por ciento en la presión tributaria provincial desde el año 2002.
En esta oportunidad, la entidad que ahora comanda Daniel Pelegrina, sucesor del flamante ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, apuntó directamente contra Buenos Aires y Córdoba; las acusa de “subestimar la necesidad imperiosa de reducir la presión impositiva para generar inversiones y empleo”.
Si bien la Rural reconoce que ambas jurisdicciones planifican reducir algunos de los impactos que genera Ingresos Brutos, denuncian que esta baja “es muy leve y tiene un alcance muy limitad”.
En cambio, cuestiona con dureza los proyectos de aumentar los impuestos que inciden sobre los inmuebles rurales: en Córdoba, la Provincia proyecta un alza promedio del 36 por ciento, con techo del 42 por ciento para grandes productores. La entidad asegura que esto significaría un aumento del 155 por ciento en tres años.
Para la SRA, “las dos provincias están previendo aumentos muy elevados, por encima de cualquier proyección de inflación. En consecuencia, aun considerando la reducción prevista en Ingresos Brutos, la presión tributaria para el campo aumentaría”.
Comunicado completo
Las propuestas tributarias de las provincias llevarán a un aumento de la presión impositiva para el campo
Las propuestas presentadas por las provincias de Buenos Aires y Córdoba en materia tributaria subestiman la necesidad imperiosa de reducir la presión impositiva para generar inversiones y empleo en todo el país.
Desde 2002, la presión tributaria de todas las provincias aumentó, en promedio, 78% más que la economía. El impuesto a los Ingresos Brutos, un tributo provincial, es hoy el tercero en recaudación del país, después de dos impuestos nacionales: IVA y Ganancias.
Si bien Buenos Aires y Córdoba están planteando reducir este impuesto, esa baja es muy leve en lo inmediato y tiene un alcance muy limitado.
Sin embargo, para el impuesto a la propiedad inmobiliaria rural, las dos provincias están previendo aumentos muy elevados, por encima de cualquier proyección de inflación. En consecuencia, aun considerando la reducción prevista en Ingresos Brutos, la presión tributaria para el campo aumentaría.
En el caso de Buenos Aires, el aumento del 50% más que duplicaría la inflación prevista para este año. De concretarse, el impuesto a la propiedad inmobiliaria rural registrará una suba de 170% en tres años. Se agrava aún más en los casos de campos que ARBA revaluó de oficio, en 2017, o aquellos campos que están alcanzados por el impuesto inmobiliario complementario.
En el caso de Córdoba, el incremento propuesto es del 37%, en promedio. Con esto se acumularía un aumento del 155%, en tres años.
El impuesto a la propiedad inmobiliaria rural es un tributo de naturaleza territorial que, con las modificaciones de los últimos años, se está desvirtuando para transformarse en un impuesto patrimonial.
En los últimos días, el presidente de la SRA, Daniel Pelegrina, y directores de la entidad de Buenos Aires y Córdoba han planteado a los ministros de Agroindustria y otros funcionarios de esas provincias la necesidad de rever los aumentos propuestos por los ejecutivos provinciales.
Como ambas propuestas tienen una instancia de debate legislativo por delante, instamos a que se tenga en cuenta la posición de la producción.
El campo demostró que la reducción de la presión impositiva genera inversión y trabajo, ya que una vez que se le quitaron las retenciones para ponerlo en igualdad de condiciones con los otros sectores de la economía aumentó la producción. Desde entonces tuvimos dos cosechas récord y una importante recuperación de la ganadería. Por eso, es importante seguir profundizando ese camino para poder continuar aumentando la inversión y el empleo.