Agro

La Niña, los océanos y los vientos polares: ¿Cómo seguirán las lluvias?

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Las lluvias se siguieron acumulando durante los últimos días en diversas zonas de Córdoba y del país, lo que continuó reforzando la sensación de alivio para los cultivos luego de una campaña invernal y de una primavera con fuerte déficit hídrico.

De acuerdo con la Bolsa de Cereales de Córdoba, entre el 13 y el 18 de enero últimos se registraron precipitaciones de manera generalizada en la provincia y esos aportes fueron “importantes y de gran utilidad para los cultivos estivales, que están transitando su período crítico”.

Según los datos de la red de estaciones meteorológicas de la entidad bursátil, las lluvias llegaron a superar los 70 milímetros en el nordeste de la provincia y hubo muchas zonas donde promediaron entre 40 y 60 milímetros.

Del mismo modo, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) afirmó que el escenario productivo está mejorando, pese a que el fenómeno La Niña vigente es uno de los más activos de los últimos 30 años.

Los datos de la red de estaciones de la BCR muestran que el evento de lluvias ocurrido entre el 14 y el 18 de enero fue más importante por volumen y cobertura que el que se produjo entre el 8 y el 11.

“A solo tres días de las importantes lluvias que alcanzaron a la región central tras un mes de penurias, se produjo un nuevo evento superador. El sistema de tormenta alcanzó a toda la región pampeana y al norte de Argentina. Los acumulados superaron los 45 milímetros en el 80 por ciento del territorio santafesino, en casi la mitad de Córdoba y Entre Ríos, y en gran parte de Chaco, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Formosa y Misiones”, afirmó la GEA.

El resultado es que, según el mapa de reservas hídricas para soja de primera elaborado por la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), en casi todo el país los perfiles acumularon más agua.

El fenómeno fue notorio en el norte, mientras que en la zona núcleo también se observaron mejoras, “pero no demasiado notorias hasta ahora, permaneciendo la mayor parte del área en la clasificación de reservas regulares a escasas”, expresó la ORA.

Como se mencionó, esto ocurrió pese que La Niña sigue vigente. Según el pronóstico de probabilidad oficial de CPC / IRI ENSO, actualizado al 14 de enero, hay un 96 por ciento de probabilidad de continuidad de La Niña en el primer trimestre de 2021.

De todos modos, “si bien La Niña es en general un indicador de lluvias inferiores a las normales, es más común que el mayor impacto se dé en el trimestre octubre-diciembre, debilitándose posteriormente”, aclaró la ORA, como explicación a estas lluvias que configuran un enero más cercano a un año “neutro”.

La GEA, por su parte, difundió un diálogo con los expertos agroclimáticos, José Luis Aiello y Alfredo Elorriaga, quienes aseguraron que “la actual Niña ya está entre las seis más intensas de los últimos 30 años al comparar los valores de enfriamiento de diciembre”.

Sin embargo, la respuesta a por qué pese a la vigencia de este fenómeno se están produciendo precipitaciones importantes, consideraron que es simple: “El Pacifico no es el único forzante de gran escala que condiciona la provisión de agua sobre Argentina. Existen otros, quizás menos tenidos en cuenta como el anticiclón semipermanente del Atlántico (Santa Elena), o el calentamiento y enfriamiento superficial del mismo océano. Y en este momento están actuando con gran eficacia en Argentina”, explicaron.

“El comportamiento pluvial que estamos experimentando actualmente es un claro ejemplo de cómo una Niña intensificada mantiene su efecto negativo pero se ve muy morigerado por la excelente actuación de los forzantes del Atlántico Sur”, agregaron.

De acuerdo con estos especialistas, desde el sur de Brasil continuarán ingresando flujos de humedad, aunque puede haber un período de inestabilidad. “Todo parece indicar que el calentamiento superficial del Atlántico seguirá activo. Pero este indicador es mucho más volátil que el del Pacífico y es necesario monitorearlo semana a semana”, mencionaron.

Lo que sí ratificaron es que, mientras tanto, La Niña seguirá activa. “Comparando el valor de enfriamiento actual con el de cinco Niñas anteriores con valores similares, la neutralidad recién podría esperarse en la transición al otoño”, expresaron.

Vientos polares

En paralelo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires emitió su Perspectiva Agroclimática Estacional elaborada por el climatólogo Eduardo Sierra.

Según la opinión de este experto, el rasgo distintivo de la temporada 2020/21 son los fuertes vientos polares que inundan el Hemisferio Sur con una masa de aire frío y seco, lo que produce frecuentes descensos térmicos por debajo de lo normal, al mismo tiempo que reduce las precipitaciones.

Estos vientos polares son los que impulsan la corriente marina fría de Humboldt hacia el Ecuador, enfriando la costa americana y el Océano Pacífico Ecuatorial, dando un cuadro muy similar a un episodio La Niña.

“Afortunadamente, los vientos Alisios, que son el factor que genera los episodios fuertes de La Niña, se mantuvieron débiles e impidieron que el proceso tomara rasgos más severos”, afirmó Sierra.

Debido a esta situación, el especialista consideró que La Niña ya pasó su etapa crítica y entró en proceso de disipación. “No obstante, la intensidad que conservan los vientos polares, tanto los provenientes del Pacífico, como los provenientes del Atlántico, hacen temer que su accionar siga dificultando la llegada de los vientos tropicales, cálidos y húmedos, hacia el interior del Cono Sur, afectando las precipitaciones y produciendo descensos térmicos fuera de época”, continuó.

Para Sierra, el verano 2021 conservará “rasgos perturbados”: el régimen hídrico observará un comportamiento moderadamente inferior a lo normal, mientras el régimen térmico se mantendrá cerca de la media, pero con frecuentes descensos de temperatura.

Mes por mes

Enero. Experimentará precipitaciones abundantes, pero irregulares, haciendo que Cuyo, el centro de la Región Pampeana, el Uruguay y el oeste del Paraguay presenten áreas con sequía edáfica.

Febrero. Observará una marcada concentración de las precipitaciones sobre el norte y el extremo sudeste del área agrícola, mientras el sudoeste y la mayor parte del centro registrarán precipitaciones moderadas a escasas, que reactivarán la sequía.

Marzo. Se registrarán precipitaciones abundantes en todo el norte y parte del sudeste del área agrícola, mientras que el centro-oeste y todo el sudoeste recibirán registros moderados a escasos, acentuándose la sequía edáfica.

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