Provinciales

La estrategia de Schiaretti y Llaryora: se muestran juntos y envían señales para 2023

¡Compartir es demostrar interés!

El gobernador y el intendente no hablarán de candidaturas, pero exhiben una fina sintonía pensando en el año que viene. El plan del oficialismo hasta el momento de las definiciones de las candidaturas.

Este año no es electoral, pero los políticos se encargan de hacer una intervención en el calendario. El oficialismo provincial, como la oposición, ya están en carrera pensando en 2023, cuando se vuelva a reeditar la pulseada por el poder en Córdoba.

El lunes pasado hubo dos eventos que confirman esta conclusión política. El gobernador Juan Schiaretti junto con el intendente Martín Llaryora y los principales dirigentes del PJ provincial encabezaron la postergada inauguración de un CPC en barrio Jardín.

Nadie lo admite de manera tajante, pero para ambos espacios fue una movida política pensando en el lejano 2023, que para los políticos está a la vuelta de la esquina.

En barrio Jardín, además del gobernador y del intendente capitalino, también estuvo el resto de las principales autoridades provinciales y municipales.

Algunos, como el vicegobernador Manuel Calvo, también están anotados en la carrera por la sucesión del gobernador.

La otra competencia que se abrirá en el PJ cordobés será por ocupar el principal sillón del Palacio 6 de Julio si, como todo lo indica, Llaryora va por la gobernación.

En el corte de cintas de barrio Jardín participaron el viceintendente, Daniel Passerini; la senadora Alejandra Vigo; el secretario de Gobierno, Miguel Siciliano; el secretario de Transporte, Marcelo Rodio, y la diputada nacional Natalia de la Sota. Todos peronistas que seguramente ocuparán lugares importantes en las boletas del oficialismo de la provincia y de la Capital.

Fue mucha casualidad que el acto oficial por la habilitación del nuevo CPC se diera justo casi a la misma hora en que todos los partidos que integran la coalición opositora Juntos por el Cambios se mostraran juntos para la primera foto de “la unidad”, que aún está por verse.

Desde el Centro Cívico y el Palacio 6 de Julio argumentaron que la inauguración del nuevo CPC estaba programada desde “hace varios días”.

Para los opositores fue “demasiada coincidencia”. “Está claro que el Gobierno provincial tiene información privilegiada de nuestra actividades”, tiró un radical capitalino, sembrando sospechas de que desde el Centro Cívico intentaron quitarle protagonismo a la cumbre opositora.

ESTRATEGIA REPETIDA

Pocas horas después del acto en barrio Jardín, Schiaretti y Llaryora compartieron otro encuentro en la apertura de las oficinas de la empresa Santex, una desarrolladora de nuevas tecnologías.

No se trató de hechos aislados. El gobernador y el intendente capitalino comenzarán a mostrarse juntos mucho más seguido.

El PJ provincial repetirá la fórmula que le trajo excelentes resultados a comienzos de 2019, cuando todos daban por hecho que Llaryora sería el candidato a intendente; sin embargo, la estrategia del oficialismo fue que el gobernador comenzara “a caminar” la Capital con el entonces diputados nacional, sin hablar de candidaturas.

Es lo que harán desde ahora el gobernador y el intendente. Mostrarse juntos y exhibir una compatibilidad absoluta entre ambas gestiones.

El primer paso fue en barrio Jardín y continuará en los próximos meses. Gestión y fotos, sin referirse a las urnas, hasta la hora de las definiciones de las candidaturas.

El peronismo tiene una ventaja electoral sobre la oposición, que intentará hacerla pesar: tiene la potestad de decidir las fechas de las elecciones en la provincia y en la Capital.

Aún es apresurado hablar de fecha de los comicios provinciales y capitalinos, pero el gobernador es partidario de repetir las decisiones que le dieron buenos resultados.

En noviembre de 2018 modificó un artículo del Código Electoral provincial para convocar a elecciones para el 12 mayo del año siguiente, cuando la ley vigente le permitía hacerlo después de mediados de junio.

Muchos peronistas abonan la posibilidad de la misma decisión, pensando en el año que viene. Es decir, que antes de fin de año puede haber decisiones fuertes en la Legislatura.

Ante la consulta, todos los dirigentes schiarettistas repiten a coro que el gobernador hará lo que “más le convenga al PJ”.

Ahora será una decisión de dos porque Llaryora también deberá resolver si los comicios en la Capital van juntos con los provinciales o despegados.

Para eso falta mucho. Lo que está claro es lo que harán Schiaretti y Llaryora en los próximos meses: es poner el acento en la gestión sin hablar de candidaturas.

Cerca del intendente aseguran que el objetivo es llegar a fin de año con una imagen de la gestión municipal superior al 60%.

“Cualquier gobernante que aspira a crecer debe tener una excelente imagen de su gestión. Por ahí se empieza a construir una candidatura. Es lo que Martín hará de aquí a fin de año. Gestión y gestión. Lo demás viene solo”, argumentó uno de los funcionarios más cercanos al dirigente sanfrancisqueño.

DECISIÓN

Que se muestre en una fina sintonía con el gobernador no significa que Llaryora estará solo en el escenario oficialista.

Después de las elecciones legislativas del 14 de noviembre pasado, en una reunión de su mesa chica política, Schiaretti tiró una frase que pareció una decisión tomada más que una expresión de deseo: “Si no hay un consenso total, me gustaría que las candidaturas del PJ de 2023 se definieran en una interna”.

Si bien en el PJ hay un convencimiento generalizado sobre que Llaryora es el mejor posicionado para ser el próximo candidato a gobernador, en los próximos meses es muy probable que haya otros dirigentes oficialistas que comenzarán a mostrarse en la provincia.

El deseo de Schiaretti es que Llaryora no aparezca como la única opción del oficialismo. Por eso, el vicegobernador Manuel Calvo se prepara para lanzar un centro de estudio para trabajar en planes para la provincia.

El vicegobernador no dirá aún que es precandidato, pero enviará hacia dentro del PJ mensajes claros de que también está anotado en la carrera por la sucesión de Schiaretti.

No será el único. La diputada nacional Natalia de la Sota viene caminando el interior durante este verano con el rótulo de “dirigente provincial”.

El intendente de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas, tampoco oculta su ambición de mostrarse como un peronista con “proyección nacional”.

Puede haber más nombres, pero todo con un único objetivo que marcan desde el Centro Cívico: no dejar solo a Llaryora en la grilla de partida.

Será un modo de protegerlo de las críticas opositoras y también de los imprevistos que puede tener una gestión como la de la ciudad de Córdoba.

LA VOZ

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