Policiales

El fiscal pidió 8 años para Braian Requena y 4 a Pablo Esser en el juicio por narcotráfico

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El proceso judicial por narcotráfico que involucra a una banda con integrantes de San Francisco entró en la etapa de alegatos esta semana luego de clausurada la etapa de prueba. Las actuaciones orales tienen lugar en la ciudad de Córdoba en el Tribunal Oral Criminal Federal (TOCF) 1 en el marco de una investigación sobre una red dedicada al comercio de droga y lavado de dinero.

El primer alegato que se escuchó fue el del fiscal general Maximiliano Hairabedián encargado de la acusación, luego lo hicieron el abogado Claudio Suárez defensor de Braian Requena (también de Marcelo, Alexis y Daiana Artaza), Mario Ruiz  (en nombre de Franco Espina y Mirian Lescano)  y Jorge Sánchez del Bianco portavoz legal de Pablo Esser y Juan Carlos Bosio.

Después de hacer un minucioso recorrido de los hechos que dan forma a la causa el acusador solicitó:

Braian Requena: 8 años de prisión

Lucas Alfonso: 5 años de prisión

Franco Espina: 6 años de prisión

Marcelo Artaza: 6 años y medio de prisión

Pablo Esser: 4 años de prisión

Juan Carlos Bosio: 3 años de prisión

Hugo Contrera: 3 años de prisión

Alexis Artaza: 3 años de prisión

Andrés Rolón: 6 años de prisión:

Noemí Tordesilla: absolución

Claudio Rolón: absolución

Gustavo Rolón: absolución

Mirian Lescano: 3 años de prisión

Vanesa Acosta: 3 años de prisión

César Nieto: Absolución

Daiana Artaza: 3 años de prisión

 

El fiscal al momento de evaluar las imputaciones con que estas personas llegaron al juicio hizo algunas modificaciones a la acusación inicial, principalmente porque a varios colaboradores de Requena se les probó que guardaban o contaba dinero, pero resultó ambiguo de las pruebas que también manejaran droga. En estos casos encuadran las situaciones de Contreras, Acosta, Daiana y Alexis Artaza junto con Mirian Lescano.

«No se pudo probar más allá de toda duda que también manejaran la droga, sí la plata. Es decir que tienen participación no necesaria, es un aporte no esencial que no se aplica al tramo ejecutivo del hecho», explicó Hairabedián.

En el caso de Lucas Alfonso sostuvo la existencia de la participación primaria en el delito de narcotráfico agravado de Requena. «Se probó que con el resto de la banda no tenía nada que ver, solo pactó con Requena para darle droga a cambio de dólares», detalló el fiscal. De ahí que surge un pedido de condena en base a la «tentativa de comercio de estupefacientes y transporte de estupefacientes» o en su defecto la «tenencia de estupefacientes con fines de comercio».

Por otro lado, a los imputados Esser y Bosio además del lavado de dinero se les reprocha su participación en el narcotráfico que para el acusador «es secundaria» porque Requena no siempre les cambiaba dinero a ellos si no que buscaba «mejor precio» en otros lugares.

Nada de esto existe en el caso de Requena que era quien manejaba todo el negocio y tenía actitudes de resguardo como no tener la droga consigo en su casa, distribuir dinero para ser contado, pagarles a otros para que lo hicieran, ni tampoco vendía al menudeo. De hecho, se consideró en el alegato que hay más personas que hacían estas tareas, pero no pudieron ser identificadas.

La causa gira alrededor del narcotráfico y una banda encabezada por Braian Requena donde todos los imputados tienen una conexión con el joven que era jefe de una facción de la barrabrava de Sportivo Belgrano en diferentes escalas.

Era Braian Requena quien se proveía de cocaína para venderla en la zona a través del contacto con Lucas Alfonso. El negocio tenía tal nivel de volumen que – adujo el fiscal – necesitaba quien guardara el dinero, lo distribuyera o le consiguiera dólares y vendiera la droga.

En ese círculo delictivo encajan también Esser y Bosio que eran los cambistas del joven y dada la organización alrededor de esta motivación delictiva se configura el caso de «comercio agravado de estupefacientes», el cual es calificado porque intervenían tres o más personas de acuerdo a las condiciones fijadas en la ley 23.737.

 

Requena «el alma caritativa»

El fiscal hizo una reconstrucción acerca de las contribuciones de los imputados. La cabeza de la organización era Requena quien manejaba el negocio, usaba varios celulares. En su camioneta tenía un GPS que le permitía a la Policía Federal conocer sus movimientos, una cámara que grababa sus movimientos y las menciones de sitios en las comunicaciones se respaldaron por fotografías.

De las escuchas surge que el joven tenía otras actividades de competencia provincial que tenían que ver con armas, las cuales tienen su propia investigación. Asimismo, en relación a este caso Requena hablaba sobre sus viajes a Rosario aparentemente a abastecerse lo cual coincidía con su búsqueda de dólares y encuentros con Bosio. 

¿Cómo conoció a Alfonso? Lucas Alfonso, oriundo de Ibarlucea, localidad cercana a Rosario, se encontraba en puntos aleatorios de la ruta con el joven sanfrancisqueño. El primero de los mencionados sostuvo que solo se encontraron, incluso el día de la detención, porque negociaban la compra de un camión que tenía (es cierto que Requena quería adquirir uno, pero no vetusto como el del supuesto proveedor).

Un detalle que no dejó escapar el fiscal fue que Requena cuenta todo lo sucedido en la persecución al comunicarse por whatsapp mediante audios con Daiana Artaza, su pareja. Incluso con su colaborador Franco Espina sostienen en un momento que no los iban a poder «agarrar» porque «no iban a encontrar nada ya que habían sacado todo (droga y dinero) de la casa y la camioneta también quedó limpia».

La versión de Alfonso fue que solo supo de Requena porque éste lo asistió una vez cuando en la ruta su camión se quedó sin gasoil y allí le comentó que quería comprar un vehículo de gran porte, por lo que el encuentro del día en que lo detuvieron se debía a eso.

«Él afirmaba que iba en su camión se queda sin gasoil y de repente llega un automovilista, para y lo ayuda. El solidario, el alma caritativa, era Braian Requena», añadió el fiscal.

En la detención Lucas dijo que «huyó porque se asustó, pero no sabía nada de actividades relacionadas con la droga de Requena».

Entre estos dos hombres las comunicaciones eran más discretas, Alfonso mismo sostuvo que no tenía celular, que no le encontraron droga, pero ésta si apareció en el camino rural por el que su auto pasó durante la investigación y presuntamente habría hecho lo mismo con el aparato.

«Daiana mantuvo una comunicación desde un teléfono con una persona cuyo número y característica son de Rosario o Ibarlucea porque tienen la misma (0341) y ella dice que no llegó a verse con el tuyo (de su interlocutora) y tuvo que tirar (la droga)», agregó Hairabedián quien agregó que «casualmente cada vez que se encontraban para hablar sobre el camión, Requena pedía dólares a Bosio y Esser».

 

Distribución y contadores

Marcelo Artaza («El Pescado») que es el padre de Daiana estaba detenido en 2020 cuando estos hechos se desencadenaron, pero su participación en la causa se acreditó pese a esto porque él tenía un celular desde donde se comunicaba para organizar la venta de la droga. En general lo hacía con su hijo Alexis y, en otras ocasiones, refiriéndose al dinero lo hacía con Requena y su hija.

Al resto de los imputados – salvo a Esser y Bosio – el fiscal los consideró como colaboradores sea en tareas de guardar estupefacientes que se vendían o contar dinero proveniente de esa actividad ilícita, salvo en el caso de Franco Espina que sería quien más estrechez tenía en el vínculo con el cabecilla de la banda.

El caso de Noemí Tordesilla y Claudio Rolón es diferente porque están acusados de tenencia de cocaína con fines de comercio dado que en el marco de los allanamientos posteriores a la detención de Requena se encontró cocaína en el desagote del baño, pero no se pudo probar si estaba mezclada con excremento o era de un envoltorio arrojado adrede.

También el fiscal descartó la culpabilidad de César Ariel Nieto porque «era un colaborador periférico» y el pedido de absolución que hizo el fiscal confluyen en dos teorías: dudas sobre la colaboración dolosa o porque sus aportes eran insignificantes y no tenían trascendencia.

 

Sin conspiraciones

Ni Bosio ni Esser tuvieron contacto con la droga, pero sí recibían el dinero que conocían provenía de actividades ilícitas y lo reinsertaban en el mercado legal a través de maniobras como «el trencito» o pagaban para que terceros con una cuenta bancaria compraran 200 dólares que es el tope fijado por el Banco Central.

«Hacían trencitos de cuentas para insertar el dinero en el mercado legal, que no fueran todos a la misma cuenta si no en cascada y después retirarlos para que nadie sospechara. Otra maniobra era que les pagaba en pesos a la gente para que compraran los 200 dólares que permite comprar el gobierno», contó el fiscal.

Si bien conocían estos movimientos, no eran los únicos cambistas de Requena, motivo por el cual Esser y Bosio estaban molestos llegando a registrarse una «excusa» de Braian de que «estaba floja la venta de falopa», algo que el expresidente de Sportivo Belgrano no creyó. 

«Bosio le dijo a Esser ‘¿qué te dijo el Braian?’ Dice que está seco y… bajó mucho la venta. A lo que Esser le contesta ‘mentira, olvidate que es mentira, está pegando por otro lado. La venta de eso no afloja nunca gordo'».

Por último, Hairabedián, no dejó pasar los dichos de Esser en la ampliación de la declaración realizada días atrás. Se refirió a «la cama» que el empresario considera el fiscal Luis María Viaut lo involucró porque no quiso pagar el dinero que le solicitaban.

Hairabedián contextualizó estos dichos: «Esser dice que llamaban a su señora, le pedían dinero porque estaba comprometido en una causa y tenía que poner plata para desvincularlo. Ahí da por sentado que cometía los delitos que se le reprochan. En todo caso si existiera el delito sería otro diferente, no lo exime de este donde las pruebas están».

Luego amplió: «Esa denuncia de pedidos de plata se investigó y efectivamente lo llamaron para pedirle dinero, pero era un tal Giménez que llamaba desde la Fiscalía de Morteros, no desde la Federal, era un vivillo que sumándose al rumor de lo que sucedía en la Fiscalía de Viaut llamaba a personas imputadas en diversas causas pidiendo que se les transfiriera plata».

Cuando esto se conoció la justicia federal hizo lugar a un pedido de incompetencia porque es un delito que debe ser investigado por la justicia provincial.

 

Caso e imputados

Los imputados son Hugo Alberto Contrera, Andres Rolon, Noemí Tordesilla, Claudio Rolon, Gustavo Rolon y Cesar Nieto (defendidos por Juan Carlos Belagardi), Brian Requena, Marcelo Artaza, Alexis Artaza y Daiana Artaza (representados por Claudio Suárez).

Jorge García Coupé defiende a Lucas Alfonso; lo propio hace Jorge Sánchez del Bianco con Pablo Esser y Juan Carlos Bosio. A Franco Espina y Mirian Lescano los representa Mario Ruiz y Marcos Tognón hace lo mismo, pero con Vanesa Acosta.

La investigación inició por denuncias anónimas y llevó dos años previos de trabajo de la Policía Federal. Primero fue conducida por Luis María Viaut de la Fiscalía Federal de San Francisco, luego tras su pedido de licencia (por una imputación externa al caso) lo subrogó María Marta Schianni de Villa María.

Los hechos desencadenantes se remontan al año 2020. En el mes de septiembre, efectivos de la Policía Federal llegaron a la zona rural cerca de Santa Clara de Buena Vista, donde detendrían a Brian Requena cuando se encontrara con los «proveedores» de la droga, éstos habían viajado desde una zona cercana a Rosario y uno de ellos sería Alfonso que vivía en Ibarlucea.

Al concretarse la operación, la policía los sorprendió y Requena escapó en su camioneta. En el lugar se detuvo a quien traía la droga, eran más de 3 kilos de cocaína que el sanfrancisqueño arrojó al huir.

Con las horas se apresó a Franco Espina que acompañaba a Requena y había escapado. En la misma jornada la policía allanó la vivienda de Pablo Esser y Juan Carlos Bosio a quienes detuvieron.

Meses después la situación de Esser cambió porque le dictaron la falta de mérito por el delito de financiación al narcotráfico, aunque quedó procesado como supuesto partícipe primario de comercialización de estupefacientes y de lavado de activos de origen delictivo. Además, se le trabó un embargo.

Cuando la droga era traída se distribuía en diversos puntos de San Francisco y Frontera, de ahí la imputación de más personas vinculadas a esta banda las cuales fueron detenidas horas después del operativo en Santa Fe. Esto derivó en la imputación por presunto lavado de dinero y comercialización de estupefacientes de los otros integrantes.

Recordemos que el juicio inició el 21 de abril con un tribunal presidido por el juez Jaime Díaz Gavier junto con los vocales Carolina Prado y Julián Falcucci.

Debido a la cantidad de imputados y multiplicidad de defensores los alegatos seguirán el próximo 12 de mayo y posteriormente según el cronograma el 17 se leerá la sentencia.

la voz de san justo

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