Investigadores cordobeses desarrollan probióticos contra la infertilidad de equinos
Científicos de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) lideran una innovadora línea de investigación para combatir la infertilidad en yeguas a través de la aplicación de bacterias ácido lácticas probióticas.
El proyecto, dirigido por el Dr. Matías Pellegrino, cuenta con la participación de la Dra. Jessica Silva; la microbióloga Agustina Vasquetto y los médicos veterinarios Javier Aguilar, Natalia Pereyra y Horacio Mouguelar.
El objetivo principal del trabajo es desarrollar un producto probiótico de aplicación local para prevenir la endometritis equina de origen infeccioso. Para ello, el grupo ProBioAr del Laboratorio de Genética Microbiana de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de la UNRC, colabora con el Instituto de Ciencias Veterinarias (INCIVET) -CONICET-UNRC).
La endometriosis es la inflamación del endometrio y puede provocarse por distintos factores, pero la principal causa es la infección producida por microorganismos. Esto puede ocurrir por malas prácticas al hacer tacto para comprobar si una yegua está preñada o lo puede contagiar el macho al aparearse.
A su vez, la endometritis infecciosa es de las principales causas de subfertilidad e infertilidad en yeguas, lo que representa un problema económico y reproductivo significativo para la industria hípica. Con su investigación, los científicos buscan inhibir esos patógenos y mejorar la reproducción de los equinos.
Antecedentes
El equipo de investigación ya venía trabajando en distintos ensayos con probióticos para la prevención de mastitis en bovinos y estaba obteniendo buenos resultados. Fue en 2019 que llegó una demanda de aras (el lugar donde crían caballos para polo y carreras) por un problema de infertilidad en yeguas.

Aunque el costo de esta enfermedad implica mucho dinero, hasta el momento solo se utilizaban terapias paliativas para tratar la infección una vez que aparecía, No existía ninguna medida preventiva.
Con este contexto y utilizando la expertise previa en el área, decidieron reunirse entre veterinarios y microbiólogos de la UNRC para desarrollar un probiótico que pudiera prevenir la endometriosis. Mas específicamente, se trataría de un bioinsumo de aplicación en yeguas.
Desarrollo
Para lograrlo, lo primero que los investigadores debieron hacer es muestrear a más de 50 yeguas sanas a través de hisopados vaginales en el endometrio y varias partes del aparato reproductor equino.
“La innovación que tiene nuestra línea de investigación es que a esos probióticos los aislamos del mismo nicho en el que después los vamos a aplicar. Es decir, que los sacamos del aparato reproductor de las yeguas y allí los colocaremos”, explicó a La Voz Matías Pellegrino.
El siguiente paso fue aislar los microorganismos obtenidos. “Aislamos cerca de 300 bacterias y para determinar cuáles servían tuvimos que hacerles pruebas de propiedades benéficas. Los que presentaban las mejores propiedades son los microorganismos que seleccionábamos”, detalló el científico.
Asi detectaron tres especies de bacterias: pediococcus pentosaceus, enterococcus hiriae y weisella cibariaun lactococo. Las tres se clasifican dentro del grupo de las bacterias lácticas.

Su propiedades benéficas se demotraron tanto a través de estudios in vitro como in vivo y su identificación se realizó con precisión utilizando espectrometría de masas MALDI-TOF.
En un esfuerzo colaborativo internacional, la secuenciación completa del genoma de estas tres cepas las llevó a cabo Pellegrino en el marco del proyecto binacional FARMS-SAFE, una iniciativa “Una Salud” que conecta a la UNRC y a la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) con la Universidad Bristol en el Reino Unido.
Como principales propiedades, estas bacterias inhiben los patógenos infecciosos, tienen potencial para colonizar el nicho (aparato reproductor equino), producen sustancias antimicrobianas y pueden resistir a diferentes condiciones del pH y la temperatura.
La secuenciación genómica no sólo confirmó la identidad de las cepas sino que también permitirá un análisis bioinformático exhaustivo de sus propiedades metabólicas, potencial probiótico y seguridad, abriendo el camino para futuras aplicaciones biotecnológicas.
Etapa actual
Los investigadores ya realizaron ensayos en yeguas y comprobaron que no se ocasionaron daños, por lo que en este momento se encuentran en la etapa de desarrollo del bioinsumo.
“Estas bacterias lácticas no se pueden aplicar por si solas, tenemos que desarrollar un producto. Eso significa ver cómo liofilizarlas, cómo mantenerlas, y con qué excipiente se aplicarán, es decir, determinar todos los otros compuestos que van a formar parte de ese bioinsumo”, explicó Pellegrino.
Por el momento se barajan varias alternativas como los nanomateriales, hidrogeles, cremas o pastillas. El gel o la crema es la opción a la que más se apuesta debido a que ya existen productos en ese formato que ya se usan para lubricar la vagina de las yeguas o como antibióticos.

“Nosotros buscamos que el producto que desarrollemos no altere las rutinas del campo y que no sea algo muy distinto a lo que ya se hace porque eso puede causar rechazo de parte de los productores”, aclaró el investigador.
Una vez definido el bioinsumo, comenzarán con los ensayos donde se inoculará a yeguas para comprobar si los probióticos efectivamente previenen la endometriosis.
Aunque por ahora es un producto preventivo, una vez demostrada su efectividad existe la intención de investigar si los probióticos también tienen un poder curativo.
LA VOZ