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Triple dosis de vacunas y KN95, el combo para pasar el invierno

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Sin embargo, ahora puede tomarse como una conducta de protección personal. Si el portador utiliza mascarillas KN95 (o N95, que son más caras), reduce mucho la posibilidad de contagio.

Bien ajustados, este tipo de barbijos filtran el 95 por ciento de los aerosoles que, por ejemplo, exhala otra persona cercana al portador.

Ese nivel de protección es incluso mayor que si esas dos personas utilizaran barbijos quirúrgicos. En este caso el porcentaje es del 91 por ciento, según explicó en el diario The Washington Post Joseph Allen, director del programa Edificios Saludables de la Universidad de Harvard.

La máxima protección posible es indispensable ante la presencia de la variante Ómicron del coronavirus, uno de los virus más contagiosos de la historia.

Un estudio de la Universidad de Tokio determinó que un tapaboca de tela protege entre un 17% y 27% a su portador. En un barbijo quirúrgico ese porcentaje es del 47% al 50%. Una mascarilla N95 mal ajustada brinda una protección del 57% al 86%.

En varios países la recomendación en el pico de la ola de Ómicron fue utilizar barbijos KN95 e incluso se prohibía el ingreso a locales cerrados si la persona usaba un tapaboca de tela.

  • El barbijo debería ser un elemento obligatorio en los adultos mayores y pacientes con enfermedades de riesgo, más allá de que estén vacunados.
  • También deberían utilizarlo las personas que están infectadas y/o con síntomas, incluso un par de días después de las desaparición del cuadro clínico.
  • También se hace muy necesario usar barbijo en lugares de alto riesgo, como un hospital o en el transporte público.
  • Hay que recordar que las chances de contagio aumentan, mientras más tiempo se permanece en un lugar, mientras más gente hay en ese espacio y mientras menos medidas de protección (barbijo, distanciamiento y ventilación) utilicen estas personas.

Ahora vacunarse es tener tres dosis

Frente a Ómicron, todos los expertos coinciden en que una vacunación completa implica tener aplicadas al menos tres dosis.

Las vacunas no previenen el contagio y esta posibilidad se reduce aún más con la variante Ómicron. Pero la evidencia muestra que aplicarse el refuerzo mejora mucha la protección frente a la posibilidad de terminar hospitalizado.

Por ejemplo, un estudio local encontró que la respuesta inmune inducida por dos dosis de Sputnik V frente a la variante Ómicron no es óptima. Con la tercera dosis, los anticuerpos aumentan más de 50 veces.

A su vez, varios estudios realizados en Europa y EE.UU. muestran que hay un aumento estadístico importante en la efectividad real de la vacunación entre las personas que recibieron un refuerzo.

¿Para qué sirve testearse?

Con el cierre de los centros de hisopado parece que el testeo se volvió innecesario.

El nuevo lineamiento es que solo se testearán a las personas con síntomas que lleguen a un centro de salud. El protocolo es un test de antígeno de coronavirus. Si se descarta este virus, los agentes de salud abordan el cuadro como una infección por otro virus respiratorio de invierno.

Pero supongamos que una persona no manifiesta síntomas pero es contacto estrecho de un positivo. ¿Para qué ir a testearse o hacer un autotest? Puede ser útil para tener un diagnóstico temprano y realizar un mejor seguimiento, en especial, si esa persona es un adulto mayor o paciente de riesgo.

El testeo de asintomático también puede servir para, si da positivo, autoaislarse o al menos evitar el encuentro con personas que puede tener alto riesgo de desarrollar un cuadro grave si se contagian.

LA VOZ

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