Droga incautada en Morteros: camioneros procesados, 157 kilos de cocaína y algunos apodos
Un camión marca Scania con acoplado y lleno de maderas en su interior. Algo que podía ser normal, sin embargo algo le hizo ruido a los gendarmes que frenaron la marcha sobre ruta provincial 1 (a la altura de Morteros) del vehículo que conducía Héctor Jara (50), acompañado de Mauro Cardozo (22). Algunas evasivas y contradicciones provocaron la requisa.
Entre las varillas de madera, los hombres vestidos de verde apuntaron con sus linternas y detectaron un nailon negro. Algo –pensaron- podía ocultarse allí en lo profundo. Un rato después, descubrieron varias cajas, algunas con identificación. Dentro de ellas, muchos paquetes rectangulares -147 en total- embalados con cintas de diferentes colores.
Para “Pichón” correspondían 82 paquetes; para “Quique”, nueve; otros 51 viajaban sin identificación al igual que cinco más ocultos en otro sector del acoplado. También llevaban dinero en efectivo ($1.102.800) y teléfonos celulares que fueron secuestrados.
Luego del conteo, el personal del Escuadrón Seguridad Vial ‘Villa María’ y de la Sección Seguridad Vial ‘San Francisco’ de la Gendarmería Nacional Argentina, apostados en esa zona, dieron aviso a la fiscal federal María Marta Schianni.
Tanto Jara, que reconoció días después haber sido contratado para transportar los 156,9 kilogramos de cocaína desde Orán, provincia de Salta, hasta provincia de Buenos Aires, como su compañero Cardozo, quedaron detenidos e imputados por el delito de “transporte de estupefacientes”.
La última semana, ambos fueron procesados por el juez federal Pablo Montesi.
La carga, un largo viaje y la justificación
Jara es oriundo de la localidad bonaerense de 9 de Julio. Junto a Cardozo salieron desde San Ramón de la Nueva Orán, Salta, hacia provincia de Buenos Aires.
El camionero dijo primero ante los gendarmes que a su compañero lo subió al vehículo porque lo encontró haciendo dedo en la ruta. Aclaró que lo iba a llevar hasta Villa María donde iba a cosechar papas –una actividad agropecuaria que no sería habitual de esta zona- ya que trabajaba como changarín.
El hombre además manifestó que posee un problema económico, una deuda importante, por lo que aceptó el trabajo de trasladar la cocaína que fue a buscar a un galpón en las afuera de Orán.
Siempre con la intención de despegar a su compañero, aclaró que Cardozo no sabía que iban a llevar droga, sino que lo ayudó durante tres días a cargar la madera. Aclaró que no vio cuando cargaron los paquetes y que le avisaron una vez listo el camión para salir a la ruta.
“No cargué nada, ninguna caja. Desconozco los kilos que estaba llevando”, le habría dicho al juez federal en el momento de declarar. La paga por el trabajo iba a ser de 5 millones de pesos.
Por su parte, Cardozo contó en su momento que conoció a Jara en una feria donde realizaba una changa y le pidió trabajo. Explicó que éste le ofreció acompañarlo al monte en la zona de Tartagal, lugar donde estuvieron tres días cargando madera. Luego volvió a su casa en Orán a la espera de hacer el viaje, presuntamente hasta Tandil a cargar papas.
Contradicciones y procesamiento
Desde la Justicia Federal decidieron ordenar el procesamiento de Jara y Cardozo, en
calidad de presuntos coautores del delito de transporte de estupefacientes sin autorización o con destino ilegítimo (arts. 5° inc. “c” de la ley 23.737, 306 del C.P.P.N. y 45 del Código Penal).
También se decidió dictarles la prisión preventiva ante un peligro de fuga o de entorpecer la investigación.
En su resolución, los investigadores advirtieron contradicciones entre ambas declaraciones, pero también los peritajes a sus teléfonos dieron certezas de su posible relación.
Además se entiende que los dos conocían que en el interior del camión se encontraba droga escondida en paquetes dentro de cajas ocultas bajo las maderas.
Además del procesamiento, a los dos detenidos se les trabó un embargo sobre sus bienes hasta cubrir en total la suma de 3 millones de pesos cada uno, debiendo anotarse su inhibición general si los mismos no tuvieran bienes o si tales fueran insuficientes.
Lo que se trata de dilucidar es si toda la droga iba hacia el mismo lugar pese a que estaba divida, o se iban descartando paquetes en distintas localidades.
EL PERIODICO
